Al igual que sucede con muchas enfermedades, conocer los síntomas del Parkinson de antemano y adelantarnos a los peores efectos es vital en el tratamiento de esta dolencia.
A menudo, la mayoría de la gente tiene claro que se trata de una enfermedad nerviosa y que—debido a la popularidad de algunos enfermos muy conocidos, como el actor Michael J. Fox—, uno de los síntomas es el de sufrir temblores.
Sin embargo, los síntomas del Parkinson son más que los meramente aparentes. Veamos ahora cuáles son, cómo se clasifican y en qué consiste la enfermedad.
¿Qué es el Parkinson?
La del Parkinson se engloba dentro las llamadas enfermedades neurodegenerativas y crónicas. El Parkinson afecta al Sistema Nervioso Central (SNC) e incide, principalmente, en los ganglios basales.
Los últimos estudios muestran que existen terapias con efectos beneficiosos para la calidad de vida de las que personas que la sufren.
Sin embargo, en ausencia de un tratamiento curativo, que erradique la enfermedad por completo del organismo del individuo afectado, saber cuáles son sus síntomas y la influencia que tienen sobre la calidad de vida del paciente resulta vital.
Estos síntomas se clasifican en motores y no motores:
Síntomas motores
Entre los llamados síntomas motores, la inestabilidad, los trastornos que intervienen en la marcha y las complicaciones motoras suelen ser aquellas que más afectan la calidad de vida de los pacientes.
El de temblor en reposo es, como comentamos antes, el que probablemente sea el más conocido de todos los síntomas, motores y no motores, de los enfermos de Parkinson.
También forma parte de los síntomas motores la rigidez axial, que puede afectar a las cuatro extremidades del cuerpo.
Otro síntoma muy habitual es la bradicinesia, que suele definirse como una lentificación de los movimientos voluntarios complejos.
La inestabilidad postural también es frecuente, debilitando de manera general tanto la coordinación como el equilibrio de los enfermos de Parkinson.
Otros síntomas motores incluyen:
- Hipomimia: falta de expresión facial o mímica
- Hipofonía: un trastorno de la fonación, relacionado con la cantidad de aire que pasa por las cuerdas vocales
- Disartria: dificultad para articular palabras y sonidos
- Sialorrea: una incapacidad de mantener la saliva en la boca y su progresión hacia el tracto digestivo
- Dificultades respiratorias
Síntomas no motores
Los síntomas no motores se dividen, a su vez en una serie de subgrupos que engloban otros:
- Autonómicos
- Neuropsiquiátricos
- Del sueño
- Sensoriales
- Digestivos
- Otros
Entre los síntomas conocidos como autónomos suelen darse la hipotensión ortostática, una incapacidad del organismo para regular la presión arterial con velocidad; la seborrea, un aumento en las secreciones de las glándulas sebáceas; así como alteraciones en las micciones, disfunción sexual y una sudoración excesiva.
Los síntomas neuropsiquiátricos incluyen trastornos de tipo afectivo y del control de impulsos. También pueden darse alteraciones cognitivas, alucinaciones, delirios y, en algunos casos, demencia.
También el sueño de los pacientes de Parkinson suele verse afectado de manera considerable. Entre los síntomas que experimentan suele darse el de las piernas inquietas, somnolencia diurna, sueños vívidos y/o fragmentados e insomnio.
Entre los llamados síntomas sensoriales, suele darse dolor y también parestesias, un cosquilleo de calor o de frío; también hiposmia, una reducción de la capacidad olfativa, o la pérdida total, conocida como anosmia; además de alteraciones visuales.
Los síntomas digestivos pueden incluir estreñimiento, náuseas y disfagia (problemas en la deglución). Finalmente, pero no menos importantes, otros síntomas que pueden darse son la fatiga y la pérdida de peso.
Si experimentas varios de estos síntomas, tienes la sospecha de padecer Parkinson o te han dado un diagnóstico, no dudes en ponerte en contacto con nosotros para un asesoramiento personalizado de la mano de nuestros expertos.