Las demencias se suelen diagnosticar entre la población más mayor, por esto este artículo puede parecer que está fuera de lugar. Pero no es así. Gracias a la investigación se ha podido demostrar que la enfermedad comienza a gestarse décadas antes de que aparezcan los primeros síntomas.
La generación millenial es aquella que entró a la edad adulta con el cambio de siglo. Es este sector de la población el que deberá adaptar hábitos saludables a su cotidianidad, no sólo para sentirse mejor de manera inmediata, sino también para cuidar la salud futura.
Comenzar con hábitos saludables desde una edad temprana puede mejorar las posibilidades de tener un cerebro saludable en el futuro. Los jóvenes pueden adaptar hoy una serie de pautas para mejorar su salud cerebral.
Deja de fumar
Según investigaciones y estadísticas, los fumadores tienen el doble de probabilidades de desarrollar demencia que los no fumadores. Tras dejar de fumar, el cerebro experimenta inmediatamente un cambio en la circulación, que puede ayudar a controlar sus factores de riesgo vascular. Es evidente que cualquier factor que tenga un efecto negativo en la circulación sanguínea, influirá en la salud del cerebro, ya que la sangre viaja por todo el cuerpo. Además, el cerebro recibe entre el 25 y 20% de todo el riego sanguíneo, así que dejar de fumar permitirá dejar ese suministro libre de carcinógenos.
Actívate
La práctica regular de ejercicio contribuye a mantener una buena salud y a prevenir enfermedades. Además, tener buena salud física contribuye a mejorar la salud cognitiva. Diferentes estudios demuestran que el riesgo de sufrir demencia se puede reducir manteniendo una práctica deportiva constante. Nuestro cuerpo y nuestro cerebro, agradecerán la práctica de ejercicios cardiovasculares o de resistencia.
Controla tu alimentación
Además del ejercicio, mantener una dieta saludable es esencial para tener un cerebro saludable. No solo porque permitirá controlar nuestro peso corporal, además puede reducir el riesgo de padecer demencia.
Se debe apostar por una dieta variada, con diferentes verduras, frutas y cereales, limitando la cantidad de azúcares y grasas. La dieta mediterránea es idónea para cuidar nuestro cerebro, ya que aporta toda la variedad de nutrientes necesarios.
Estimula tu cerebro
Participar en actividades de estimulación mental y social de manera regular, nos permitirá cuidar la salud de nuestro cerebro. Interactuar con él es sencillo. Deberemos elegir una actividad que resulte divertida, agradable, motivadora y realizarla de manera frecuente. Unirse a clubes o grupos sociales, participar en eventos sociales, proponerse retos deportivos, etc. mantendrán a nuestro cerebro en forma y lo dotarán de una buena salud.
Gestiona tu estrés
El estrés crónico tiene efectos negativos en el cerebro, debemos encontrar métodos que nos permitan controlarlo y minimizarlo.
Aprender a decir no más a menudo no tiene que enfrentarnos al mundo. Deberemos de ser capaces de hacerlo si lo que queremos priorizar es nuestra salud cerebral. Encontrar una actividad o acción que nos alivie en situaciones de estrés como quedar con un amigo entre semana, dar un paseo o apuntarte a un plan improvisado son algunas de las acciones que nos permitirán llegar a casa más relajado.
Recuerda que siempre es un buen momento para cambiar y mejorar tu estilo de vida. Prestar atención a tu salud, repercutirá positivamente en tu cerebro. Con algunos de estos sencillos cambios, podremos reducir en gran medida el deterioro de nuestra capacidad mental.