Cuando hablamos de la memoria nos referimos al proceso mental que permite al ser humano retener nueva información, organizar y recordar hechos pasados. La memoria junto a la concentración forma parte de las actividades cerebrales indispensables para ser productivos en la vida cotidiana, el ámbito educativo y el laboral. Lo cierto es que no todo el mundo tiene desarrollada esta capacidad al mismo nivel, hay personas con hipertimesia, es decir, que tienen la capacidad de recordar muchos detalles sin esfuerzo y otras que sin embargo se olvidan con facilidad de los detalles. Normalmente solemos alabar a aquellas personas que poseen buena memoria, pero tenemos buenas noticias, esta capacidad se puede potenciar.
El cerebro humano cambia a lo largo de la vida y sabe adaptarse para conseguir crear nuevas conexiones neuronales. A medida que el ser humano envejece, esta facultad puede ir deteriorándose, esto es algo completamente normal debido a los diferentes cambios fisiológicos que se producen con el incremento de la edad, pero también puede agudizarse con la aparición de enfermedades como la demencia. Lo cierto es que, aunque este deterioro es más habitual en edades más avanzadas, tener una buena memoria puede ser accesible a cualquier edad.
¿PUEDE LA ALIMENTACIÓN MEJORAR LA MEMORIA?
Son diferentes los factores que inciden en el deterioro de la memoria, la genética, el estrés, la falta de horas de sueño, determinadas enfermedades neurológicas, los malos hábitos alimenticios, el sedentarismo o el tabaquismo entre otros. Existen algunos factores evitables, que son aquellos que guardan relación con nuestros estilos de vida y que tienen un gran impacto en la memoria, por ejemplo, la alimentación, cuidando esta podemos mejorar la memoria y los niveles de concentración.
La salud del cerebro depende en gran medida de la alimentación, al igual que ocurre con el resto de los órganos. Una alimentación equilibrada garantiza su correcto funcionamiento, pudiendo ser clave para contribuir a mejorar nuestro rendimiento intelectual. El cerebro necesita utilizar un 20% de la energía que consumimos diariamente, siendo los hidratos de carbono fundamentales. Un déficit de hidratos de carbono disminuye nuestra capacidad cognitiva, así como el rendimiento de la memoria.
Por lo que podemos afirmar, que la alimentación es uno de los factores que podemos controlar para intentar ralentizar el deterioro de la memoria, ejercitando el cerebro y por consiguiente, estimulando la memoria. Numerosos estudios afirman que determinados oligoelementos como el zinc, mejoran la conexión neuronal y alimentan a las neuronas con la materia que necesitan para funcionar de una manera más ágil.
SUSTANCIAS QUE INTERFIEREN EN EL FUNCIONAMIENTO DEL CEREBRO
Todo lo que ingerimos influye directamente en el funcionamiento del cerebro. Así como existen determinadas carencias que no debemos pasar por alto, encontramos algunas sustancias que es mejor evitar. Es fundamental recordar que además de una buena alimentación, es realmente importante mantenernos hidratados, consumir al menos 2 litros de agua al día contribuye al correcto funcionamiento del cerebro. Este hábito hace que nuestro cerebro reciba correctamente el flujo sanguíneo y por consiguiente los nutrientes y oxígeno que necesita.
A continuación, te mostramos qué riesgos entraña para el cerebro el consumo de algunas sustancias como las grasas saturadas y los azúcares refinados.
GRASAS DAÑINAS
El consumo de grasas alimentarias dañinas como las grasas saturadas y trans tiene un impacto directo en el estado de salud. Las grasas saturadas se encuentran en alimentos de origen animal, aceites de palma y aceite de coco. Las grasas trans están presentes en la bollería industrial y los alimentos procesados.
Entre los riesgos que entrañan estas sustancias encontramos; aumento de los niveles de colesterol en sangre, riesgo a padecer enfermedades cardiacas, derrames cerebrales, peor función cognitiva y reducción de la memoria a largo plazo. Teniendo en cuenta estos datos, es fundamental evitar el consumo de grasas trans y realizar un consumo consciente de las grasas saturadas.
LOS AZÚCARES
Los azúcares refinados están presentes en una gran cantidad de alimentos que consumimos de manera habitual. Sus altos niveles en sangre pueden llegar a alterar nuestro estado de ánimo, interferir en la memoria y las capacidades cognitivas, traduciéndose a una actividad cerebral más lenta.
Su consumo activa el sistema de recompensa del cerebro produciendo mayores niveles de dopamina que logran causar una especie de adicción en los usuarios que las consumen. Cuando los niveles de glucosa en sangre son elevados, el cerebro intenta metabolizarlos pudiendo llegar a dañar el hipocampo (área del sistema nervioso central donde se organizan las ideas y se almacenan los recuerdos) alterando las capacidades de raciocinio.
Por ello es fundamental realizar un consumo prudente de esta sustancia. Desde la OMS advierten de los riesgos del azúcar y porque es mejor reducir su consumo a un 5%.
SUPERALIMENTOS: 5 ALIMENTOS BUENOS PARA LA MEMORIA
La alimentación saludable es fundamental para el buen funcionamiento de nuestro organismo. A continuación, te presentamos 5 alimentos buenos para la memoria que gracias a su combinación de nutrientes, estimulan este proceso mental contribuyendo a mantener la memoria en óptimas condiciones. Por ello, si estás en época de exámenes o necesitas una mayor concentración mental en tu trabajo, estos alimentos no pueden faltar en tu dieta diaria.
LOS PESCADOS Y EL OMEGA 3
Incluir en la dieta alimentos ricos en ácidos grasos es esencial para proteger y nutrir el cerebro humano. El salmón, la trucha, el atún blanco o las sardinas son alimentos ricos en Omega 3 y Omega 6.
Según un estudio publicado en Neuroloy, una investigación donde se abordó la influencia de los ácidos grasos en nuestra vida determinó que los alimentos ricos en éstos contribuye a mejorar nuestra capacidad de aprendizaje, poseen un poder anti-inflamatorio y por consiguiente, mejoran la velocidad de conexión entre neuronas.
Otro de los componentes beneficiosos del pescado, es el fósforo. Nuestro organismo necesita fósforo para producir energía y llevar a cabo diversos procesos químicos importantes. Está demostrado que estos nutrientes influyen de manera positiva en el estado de la memoria, mejorando su rendimiento, protegiendo del deterioro cognitivo y frente a las enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
Los pescados azules poseen un alto contenido en fósforo, entre los más comunes para incluir en nuestra dieta, encontramos la caballa, el bacalao, la merluza y el salmonete.
LOS FRUTOS SECOS
Los frutos secos son un superalimento que mantiene el correcto estado de salud de nuestro cerebro. Aportan una gran fuente de Omega 3 y fósforo, además, poseen un alto contenido en vitaminas del grupo B, magnesio, zinc y vitamina E. Es por ello que, comer un puñado de frutos secos al día ayuda a rebajar los niveles de ansiedad, mejora el flujo sanguíneo y estimula las ondas cerebrales que fomentan el aprendizaje, la memoria y la cognición.
Cabe destacar que los frutos secos contienen un gran contenido de antioxidantes, elementos que retrasan considerablemente el envejecimiento de las neuronas. Dentro de la gran cantidad de frutos secos que existen, las nueces, las avellanas y las almendras son tres de las más completas nutricionalmente, por lo que son el tentempié perfecto para mejorar la memoria.
FRUTOS ROJOS Y SUS ANTIOXIDANTES
Según un equipo de investigadores del Brigham and Women’s Hospital de Boston incluir en la dieta frutos rojos como las cerezas, los arándanos, las frambuesas o las fresas estimula la memoria y evita su pérdida. Los frutos rojos son ricos en antioxidantes que ayudan a prevenir y ralentizar los efectos del paso del tiempo en el cerebro. Son muy beneficiosos para mantener la memoria y reducir el impacto de enfermedades como el Alzheimer. Además, contribuyen a mejorar la comunicación entre las neuronas y previene la oxidación celular.
EL CHOCOLATE Y LOS FLAVONOIDES
El chocolate puro es un alimento que estimula la memoria. Se caracteriza por poseer un alto contenido de antioxidantes como los flavonoides y sustancias estimulantes como la teobromina y la cafeína. Esta combinación de activos estimula la circulación sanguínea en el cerebro gracias al flavonol, además, este elemento es un aliado contra la fatiga, el insomnio y los signos del envejecimiento.
Debemos tener en cuenta que no son beneficiosos todos los chocolates, es recomendable evitar aquellos que poseen un alto contenido en azúcares y grasas saturadas. Elige aquellos chocolates que tengan un porcentaje mayor de sólidos de cacao y no mantecas de cacao (elaboradas con la grasa de las pepitas). Por lo que se debe consumir chocolate puro en sus formas más naturales, evitando que esté muy procesado.
ALIMENTOS INTEGRALES Y EL ÁCIDO FÓLICO
Consumir alimentos integrales, nos ayudará a mejorar la memoria, la concentración e incluso nos permitirá reducir el estrés. El ácido fólico y la Vitamina B6 de los alimentos integrales contribuye a mantener en forma nuestro cerebro. El elevado contenido en fibra de estos alimentos ayuda a regular el colesterol y los niveles de azúcar en sangre. Es recomendable, evitar alimentos que contengan harinas blancas, sustituyendo estos por otros que contengan harinas integrales fabricadas a partir del grano de cereal entero.
Para que el cerebro funcione de manera adecuada, necesita que la alimentación sea equilibrada y variada. Todas aquellas medidas que tomemos en este sentido y que beneficien a nuestro organismo, serán beneficiosas por ende para el cerebro y la memoria.
Si estás pensando qué te gustaría llevar una dieta más saludable, no solo para mejorar tu memoria, también para enriquecer tu dieta y fortalecer tu organismo. Aquí te recomendamos una lista de influencers de la nutrición que te ayudarán a conseguirlo.